Cómo conseguí mis primeros clientes (y cómo tú también puedes hacerlo). Conseguir tus primeros clientes, especialmente si sueñas con que te paguen en dólares, puede parecer difícil… pero no es imposible. Te voy a contar mi experiencia personal, lo más realista posible, sin adornos. No logré clientes internacionales de inmediato, pero sí construí un sistema que me permitió mantener ingresos estables con el tiempo.
El comienzo: la universidad como oportunidad
Si estás en la universidad, cualquier cosa que hagas relacionada con tu área de estudio suma a tu portafolio. Si eres de Latinoamérica, como yo, sabes que el camino puede ser más complicado. Pero eso no significa que sea inviable.
Mis primeros clientes fueron compañeros de clase a los que no les interesaba programar. Algunos solo querían graduarse sin aprender a fondo, y ahí vi una oportunidad. Yo me encargaba de desarrollar sus proyectos, cobrando una tarifa justa por entregarlos durante el semestre o trimestre (alrededor de tres a cuatro meses).
¿Cómo lo hacía?
- Dividía el proyecto en entregas parciales.
- Cobran la mitad al inicio y la otra mitad al finalizar.
- Les entregaba el código listo para presentar en clase.
Así fue como llegaron mis primeros ingresos por programación.
Diversificación: enseñar también puede ser rentable
Después, me enfoqué en otra necesidad que noté en mi entorno: estudiantes que querían aprender, pero no entendían a los profesores. Yo ofrecía talleres prácticos sobre temas clave de la carrera, y cobraba una pequeña tarifa por estudiante.
¿Qué me aportó esto?
- Práctica como formador.
- Mejoré mi capacidad de explicar conceptos complejos.
- Gané reputación entre mis compañeros.
Plataformas freelance: una historia de prueba y error
También intenté usar plataformas freelance. Pero seamos sinceros: es muy difícil destacar cuando no tienes experiencia o no puedes demostrar tus habilidades. Y sí, me equivoqué.
No gané nada al principio, porque no podía ofrecer servicios que no dominaba. Sin embargo, un día encontré una oportunidad real: un estudiante del otro lado del mundo buscaba ayuda con un proyecto de marketing. Me interesaba el tema, así que me ofrecí.
Ese trabajo me permitió cubrir los gastos del mes, y fue la primera vez que pude decirle a mi madre: “No me envíes dinero este mes, yo lo cubro”. Fue un logro enorme.
Clientes reales, proyectos reales
Después entré a una empresa de desarrollo. Aunque ya no trataba directamente con los clientes, sí trabajaba en sus proyectos. Allí descubrí cómo se movía el mundo laboral real:
- El equipo de ventas traía a los clientes.
- Yo me encargaba de programar.
- Aprendí procesos más complejos y escalables.
Asociaciones inteligentes: cada quien hace lo que mejor sabe
Odio el papeleo, lo admito. Por eso me asocié con una compañera que es excelente en documentación y gestión. Ella se encargaba de:
- Conectar con clientes.
- Hacer reportes y documentación.
- Negociar precios y plazos.
Yo, por mi parte, hacia la parte técnica: los desarrollos, el código, las pruebas. Dividimos las ganancias de forma equitativa, y así ambos nos beneficiamos.
¿Cómo puedes tú conseguir tus primeros clientes?
Aquí algunas estrategias basadas en mi experiencia:
1. Comienza en tu universidad
Busca compañeros que no quieren o no pueden hacer ciertos trabajos. Ofréceles tu ayuda a cambio de una tarifa justa.
2. Enseña lo que sabes
Organiza talleres o tutorías para estudiantes que necesiten reforzar conocimientos. Puedes empezar gratis y luego cobrar una tarifa.
3. Apóyate en plataformas freelance
No es fácil, pero si encuentras el proyecto adecuado, puede ser un gran empujón inicial.
4. Crea una red de contactos
Habla con compañeros, profesores, y conocidos. Algunos serán buenos programando, otros vendiendo. Haz equipo.
5. Usa los proyectos como portafolio
Yo tomaba versiones base de los proyectos que hacía, los personalizaba y luego los subía a mi portafolio, solo cuando ya habían pasado varios meses y los dueños originales ya los habían presentado.
6. Cierra ciclos
Aprovecha cada experiencia para aprender y mejorar tu proceso. Nunca sabes qué cliente puede recomendarte con otro.
El poder de hacer lo que otros no quieren hacer
En resumen, la clave está en encontrar personas que no quieren hacer algo… y hacerlo tú. Si puedes alinear eso con tu carrera, mejor aún. Así no solo ganas dinero, sino también experiencia y material para tu portafolio.
En mi caso, uno de los proyectos más importantes fue con una persona que tenía un negocio de vitrales. Le desarrollamos un sistema completo de gestión: ventas, inventario, atención al cliente, etc. Lo hicimos como proyecto de clase, y luego lo adapté para mostrarlo en mi portafolio.
Conclusión
No necesitas tener clientes millonarios desde el primer día. Lo que necesitas es detectar oportunidades y aprovecharlas. Rodéate de personas que complementen tus habilidades, aprende a negociar, y nunca subestimes un pequeño trabajo: puede abrirte muchas puertas.
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